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Blog de STEPIEN Y BARNO – publicación digital sobre arquitectura
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HIPNOTIZADOS POR LA BELLEZA

 

de la sota, gimnasio maravillas 350

 

La búsqueda de la belleza en la arquitectura es algo  de lo más loable.  Pero lo que no tenemos tan claro es si la belleza es un medio o un fin en si misma. Durante el artículo intentaremos analizar si la belleza tiene que aparecer durante el proceso creativo del proyecto o es algo que aparece como  consecuencia a toda buena arquitectura.

 

 

Las últimas entradas las hemos dedicado a analizar las relaciones entre la forma y el fondo en el mundo de la  arquitectura. En el intenso debate que se ha ido tejiendo parece que el concepto de belleza no ha entrado excesivamente en juego.  Así que hoy nos vamos a atrever a poner este complicado concepto encima del tablero  y ver hasta donde podemos llegar.

 

La mayoría de los arquitectos tienen una especie de arquetipo de belleza metido en la cabeza. Algunos  no están dispuestos para nada a renunciar a “su” ideal de lo que es bello y de lo que no lo es. Algo que para la mayoría  es tan común como hacer una cubierta a dos aguas, a otros les parece lo más horrendo del mundo. A este respecto  no hace mucho tiempo le oímos contar a Igancio Vicens una curiosa anécdota narrada en primera persona. En ella venía a recordar, que cuando un cliente le propuso hacer una cubierta a dos aguas (ni siquiera tenia que ser necesariamente de teja),  le respondió con tono jocoso y un tanto irónico, que no podía hacerlo porque se lo prohibía su religión!. Al final, ante la insistencia del cliente que le insinuó que lo que sucedía era que él no era capaz de hacer una buena casa si no se le daba libertad total. Vicens cedió y terminó proyectando una excelente vivienda con sus tejaditos inclinados.

 

Bastante alejando a estas ideas preconcebidas de belleza parece que funcionaba nuestro Alejandro de la Sota. El maestro  gallego afirmaba que si después de todo el proceso del proyecto, veía que el resultado  le parecía demasiado atractivo, significaba que se había dejado llevar por su ideal de belleza y que el planteamiento seguido no era tan bueno conceptualmente como debiera haber sido. Por esta razón  volvía a empezar  todo el proceso de nuevo. En la misma línea de pensamiento,  Zumthor  comenta “No hay que enamorarse de la calidad gráfica de nuestros dibujos, no debemos confundirla con lo que constituye realmente una cualidad arquitectónica”. Curiosamente, mientras ellos parecen huir de lo “bonito”, el arquitecto del starsystem Frank Gehry en reciente entrevista en el XLsemanal comentaba “todavía me resulta difícil definir qué es la belleza; tan pronto como tratas de hacerlo, ella te rompe tus esquemas. La belleza es escurridiza”.

 

Para terminar de fijar esta idea del posible embrujamiento al que se someten algunos proyectos a través del dibujo rescatamos las sabias palabras de Chillida.

 

“Siempre he tenido una facilidad grande para dibujar, pero había una serie de cosas sobre las que yo no veía cómo iba a tener control. Un día me di cuenta de que probablemente lo que me apartaba del camino para profundizar más era precisamente la facilidad de mi mano. Tomé la decisión esa misma noche. Una noche realmente decisiva porque marcó toda mi vida, poniéndome en contra de todo aquello que te puede acercar a la facilidad. Decidí dibujar con la mano izquierda.”

 

Así pudiéramos seguir con miles de ejemplos y reflexiones en la misma línea, pero desde luego que lo que preferimos es que seáis vosotros los que nos sigáis contando cómo veis este tema que da mucho más juego del que parece en un principio.

 

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18 COMENTARIOS
  1. p

    Amigos le dejo unas palabras de Jorge Luis Borges.
    “No profeso ninguna estética. Cada obra confía a su escritor la forma que busca (…).
    Las teorías pueden ser admirables estímulos (recordemos a Whitman) pero asimismo pueden generar monstruos o meras piezas de museo. (…).
    Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso. No hay poeta, por mediocre que sea, que no haya escrito el mejor verso de la literatura, pero también los más desdichados. La belleza no es privilegio de unos cuantos nombres ilustres. Sería muy raro que esta obra, que abarca unas cuarenta composiciones, no atesorara una sola línea secreta, digna de acompañarte hasta el fin.”
    J.L.Borges

  2. twobo arquitectura

    Me gustaría felicitaros por crear el Café Stepien&Barno, ese excelente lugar que define Eva Chacón.

    Hablando de la belleza y de libros me he acordado de una visión con un matiz más científico: la de Jorge Wagensberg en su libro: la rebelión de las formas, y sobre todo en el epílogo titulado : lo bello y lo inteligible

    En este capitulo Wagensberg hace una disección de la belleza realmente interesante, relacionando la belleza con inteligibilidad, y la belleza a la evolución adentrándose en los orígenes del hombre y sus utensilios “casi” siempre simétricos ( no por necesidad ).

    “La belleza de un pedazo de realidad es el grado de ritmo y armonía que una mente es capaz de percibir”

    El grado es la cuestión principal para Wagensberg, un ritmo y una armonía inexistentes agotarán a la mente, en su búsqueda, y un grado de ritmo y armonía demasiado alto la aburrirán al no hallar sorpresa en lo observado. Trasladar ese grado a la arquitectura puede ser interesante, ( aunque un poco peligroso )

  3. StepienyBarno

    Al hilo de lo que comenta brijuni, y esta posible “inmoralidad” de hablar de la belleza con las necesidades básicas que tenemos sin resolver, es cierto que puede parecer un tanto frívolo. Pero bueno, lo entendemos como un pequeño respiro en la batalla. Desde luego que estar siempre son este tema no nos llevaría más que a separarnos del problema, y en esto estamos totalmente de acuerdo que donde hay que echar el resto es en que la “arquitectura de batalla” pase a ser un poco más digna. El futuro de nuestras ciudades y nuestra calidad de vida no dependen de que el museo de turno sea un poco más “bello” o no, sino de que todo el tejido de la ciudad lo acompañe con cierta dignidad.

    Con todo ello, nos parece interesante seguir avanzando en la arquitectura de servicio que evidentemente satisfaga las necesidades de la ciudadanía, pero no quisiéramos renunciar a ese “no se que” que rescata JMR73, y que como bien dice Daniel, es siempre tan difícil de atrapar con palabras. Quizás la belleza sea “solo” ese aire que cita Santiago, que si no está te provoca la muerte, y cuando está no reparas demasiado en él.

    Lo que comenta Ricardo de la ligazón que existe entre la belleza y lo que uno entiende por belleza, es algo que está ahí, y no deja de ser un tema complicado. La forma en que cada uno vive la belleza, ¿es la belleza real o es la belleza de uno mimo? Y en nuestra profesión, ¿puede el arquitecto “castigar” a su cliente con “su” idea de belleza, o debería buscar una belleza más universal que puede llegar más fácil a la gente que habitará sus edificios?

    Respecto a la intervención de Eva trayendo a escena las palabras de Juan Domingo Santos, solo decir que nos ha encantado. Es una alegría inmensa que stepienybarno se convierta en un “bonito” espacio público donde se puedan compartir ideas y puntos de vistas diferentes, con la misma actitud “de tomarse un café”.

  4. almale

    otro libro fantástico: «IDEA» de Erwin Panofsky

  5. brijuni

    Eva, cuántas cosas maravillosas. Has leido Pensar/Clasificar de Georges Perec?
    Rohmer, qué pena su muerte tan «joven». Nos encanta su belleza tranquila y su cotilleo del día a día, su nouvelle vague lenta y parsimoniosa de lo cotidiano y su recreación de las grandes historias.
    Aún así, no podríamos decir, excepto en petite comité «qué bello es su cine» o «qué bello es el cine», en cambio sí, «cómo nos gusta el cine de Rohmer», qué cosas, no? sí, será eso que dice josé maría, pero creo q los patrones dl lenguaje han ido cambiado y soriano puso de moda lo de bonito, por qué no.
    gran director, gran pérdida. algo de… astreas y celedón? es lo último que vimos no?
    José María, tío, no pareces tan mayor! 14 years ago.
    Almalé, otra recomendación ladrillística d Eco: La definición del arte.

  6. Ricardo

    Vaya, es muy interesante la reflexión de Chillida!He vivido no hace mucho eso de estar fascinado por un trazo/boceto y no salir de ahí, cosa que también menciona Zumthor.
    De Sota solamente puedo decir que admiro su obra y coherencia entre arquitectura y pensamiento, pero quizás no hay que ser tan duro con uno mismo y desechar algo porque nos guste. Él sometía este concepto a una tensión máxima y sólo así podía obtener los resultados que obtenía, tan esenciales y puros.
    Creo que sobre la reflexión del término belleza y lo que abarca o significa, va muy ligado a la persona, sus imágenes y sus vivencias. Digo esto porque sólo en función de lo aprendido alguien sabrá apreciar, valorar y/o le gustará tal o cual aspecto. Creo, por tanto, que es tan subjetivo como la propia personalidad, y que creemos abarcarlo porque en bastantes ocasiones compartimos puntos de vista con los que nos rodean, por eso mismo, porque viven en las mismas condiciones y hemos compartido vivencias o experiencias junto a ellos.
    Con respecto al arte, entiendo que nace desde la expresión personal para llegar a transmitir al observador. Es decir, nace desde una visión introspectiva para hacer rememorar sensaciones al sujeto, con lo cual, su último fin es comunicar. Pasamos de expresar (único sujeto) a comunicar (la masa, los observadores). Y no en todos provoca la misma sensación, a unos les gustará y a otros no (enlazo con lo anteriormente expuesto); Habrá personas que identifiquen en esa obra de arte cualidades que le parecen bellas y que a otros no tanto, de nuevo esa visión subjetiva ligada a lo intrínseco de la persona.
    Por cierto, Eva y sus cafés llevan toda la razón!

  7. Soft – Eva Chacón

    He estado leyendo vuestro hilo de conversación con el café de la mañana, y luego el artículo que cita Andrés con el café de después del almuerzo. Ambas experiencias me han servido para constatar un hecho: se está pero que muy bien en este espacio virtual. Como dice Juan Domingo Santos, ‘tomarse un café’ es siempre mucho más que ‘el café que te tomas’, y el Café Stepien&Barnó me ha gustado tanto que repetiré.

    Cuenta el artículo sobre Georges Perec, que en los años setenta se dedicaba a catalogar la plaza parisina plaza de Saint-Sulpice y anotar de ella «lo que generalmente no se anota, lo que se nota, lo que no tiene importancia, lo que pasa cuando no pasa nada, salvo tiempo, gente, autos y nubes».

    Este hilo me ha llevado a Eric Rohmer, cuando dice: “Pintura, poesía, música, etc., intentan traducir la verdad por mediación de la belleza, que es su reino, del que no pueden apartarse a menos de dejar de ser. El cine, por el contrario, utiliza técnicas que son instrumentos de reproducción o, si se quiere, de conocimiento. De algún modo, posee la verdad de entrada, y se plantea la belleza como fin último.(…) Una belleza que no tiene la misión de inventar, sino de descubrir, de capturar como una presa, de robársela a las cosas. Para él, la dificultad no consiste, como se suele creer, en forjar un mundo propio con esos puros espejos que son los útiles de los que dispone, sino en copiar lisa y llanamente esa belleza natural”. (la cita es de “El gusto por la belleza”, Ed. Paidós, p.112).

    Dejando a un lado el debate sobre el concepto de belleza clásico, asociado al objeto arquitectónico, ésta aproximación desde el cine resulta muy sugerente. Si entendemos la belleza no como una materia más con la que construir un proceso, no como una forma ideal a la que éste se dirige, no como ‘algo’ que se puede crear, sino, como Rohmer, entendemos que es un fenómeno, a la vez subjetivo y universal, ya existente en nuestras realidades, por sí mismo, que sólo aspiramos a saber descubrir, capturar, reproducir o reflejar, entonces a la arquitectura no le queda otro papel que el de mero transmisor o escenario de la vida. Y, si las interferencias que ella misma genera en su entorno no lo impiden, ventana de sus usuarios a la belleza que les rodea. ¿Podría ser… ?

  8. JMER73

    Recuerdo que en la escuela las expresiones «Belleza», «Bonito» o incluso «Me gusta» estaban tan proscritas como Britney Spears en un concirto de Manowar. Incluso en una conversacion de cafeteria descubrias los subterfugios verbales de los que era capaz un alumno de 2º para decir simplemente que un edificio le gustaba.
    Me interesa la teoria de Sota aunque como bien dice Daniel no se hasta que parte es real o una pose a posteriori; bien es cierto que Sota llego a una depuracion ascetica (Por ejemplo el edificio del concurso del Bankunion) mayuscula, pero no tengo claro cuanto de ello se basaba en su propio e intrinseco concepto de belleza.
    Estoy de acuerdo con Brijuni en que la estetica y la belleza simplificada, de catalogo facilon, es una trampa habitual; no obstante todos tenemos nuestro feedback de obsesiones y circunstancias (Ortega mode on) y de ellas creo que tiramos consciente o inconscientemente para hacer lo que hacemos. Llamemos a eso belleza o no.
    Quiza es aquel «Cierto no-se-que» del que hablaba Fisac, dificil de definir pero tan evidente cuando no esta.

    (Una duda cotilla, ¿La casa era la de Vallejo Najera?, lo digo porque lleva contando la anecdota años… al menos hace 14 que se la escuche yo.. ^_^)

  9. brijuni

    Exagerando, pero no mucho, creo que es casi inmoral hablar de belleza cuando el problema del dinero que se gasta fatal y hay mucha gente necesitada, de vivienda, por ejemplo, sigue ahí.
    Creo que es un problema, hablabais de Frohm el otro día, que está en otro nivel,y del que se debería hablar en otro momento, quizá nunca, porque los problemas anteriormente enunciados nos han acompañado a las personas durante toda la historia, son irresolubles, al parecer.
    No obstante, si superamos esta categórica inmoralidad que supone hablar de belleza en «tiempos de guerra», seguramente este es un sitio adecuado y las cosas y opiniones que decís también lo son, aunque seguimos pensando que hay debates más interesantes, claro, para nosotros, no necesariamente para los demás. Todo lo que no sea político, hoy día, nos parece eso, superfluo. Pero es que nos hemos vuelto un poco radicales en eso.
    No me parece tampoco que utilizar el término «bonito» esté mal. Una vez incluso se lo oí defender a Federico Soriano en clase. Esto es bello, es cursi. ESto es bonito, por qué no, ya que nos ponemos.
    La belleza está sobrevalorada, lo bonito es moneda corriente. La estética pertenece a los tratados y los intelectuales, moralistas y filósofos. Pues no, a nosotros nos parece bien hablar de lo bonito y no hablar de la belleza en términos absolutos excepto si estás in love, claro… pero de eso no estamos hablando aquí, no?

  10. S. DE MOLINA

    Guardo buenas relaciones con la belleza. (Al igual que con lo obscuro, lo difícil y otras tantas cosas fuera moda). Por mi parte creo que la belleza es como el aire: no se nota que es necesario, hasta que falta.
    Siento quedar de conservador, pero el término lo merece.
    Saludos y enhorabuenas

  11. CCAD – Daniel Moyano

    Si un artista crea algo pero nadie lo ve, yo entiendo que tampoco hay arte, ya que lo interpreto como una forma de relación intelectual. Esto no significa que sea elitista, al contrario, quizá sea el lenguaje más universal porque cualquiera puede entenderlo, al margen de educación, nivel cultural, etc.
    Efectivamente, en la naturaleza existe la belleza, pero no el arte. A no ser que creamos que e mundo lo ha creado «alguien» con la intención de que a «otro alguien» (nosotros?) le guste. En ese caso, quizá podríamos hacer un listado de incidencias para el modificado…o llamar al director de la exposición, para que corrija algún que otro «problemilla»…

    El problema de estas dicusiones es que es muy difícil hablar sobre algo tan escurridizo y tan inaprehensible. Pero una vez más, gracias por incitar estos debates. Yo, al menos, me lo paso fenomenal.

  12. StepienyBarno

    Tomamos nota Almalé, de hecho acabamos de leer uno de sus libros y ha sido muy revelador.

    Sobre la interesante reflexión de Daniel, “el Arte es la capacidad del hombre de sentir, de ser consciente de sus sentimientos hasta tal punto de ser capaz de que otra persona sienta eso mismo”. Nos gustaría apuntar un par de cosas:
    Muchas veces el artista no enseña su obra, así que poco va a transmitir, ¿deja por ello de ser arte?
    Y por otro lado, muchas veces elementos de la naturaleza, no concebidos por nadie (al menos no por nadie de este mundo) nos hace emocionarnos de igual manera o más.

    Respecto al comentario de brijuni, no estamos del todo de acuerdo en que hablar de la belleza sea solo propio de estetas y arquitectos. No creemos que hablar de la esencia de la arquitectura sea superfluo. Otra caso sería que el debate fuera por los derroteros de “lo bonito”, entonces si que lo veríamos fuera de lugar. Nos gusta más lo que comentabais que decía Trecet, “buscad la belleza…” otra cosa es lo que cada uno entienda por belleza y qué es lo que hay detrás de esa belleza, que como bien dicen desde semisótano, no puede estar en otro lugar que en lo más profundo de cada ser, para desde ahí resplandecer ante los ojos de quien la pueda apreciar.

    Quizás la clave esta en lo que comenta Andrés, de que si la estética se convierte en un objetivo caemos en su propia trampa.

  13. almalé

    Una recomendación:

    «Historia de la Belleza» e «Historia de la fealdad» de Umberto Eco en editorial Lumen.

    «En realidad no hay belleza más auténtica que la sabiduría que encontramos en ciertas personas»…

  14. brijuni

    Yo no sé nada sobre la belleza, aquí es casi el único sitio donde sí puedo llegar a entender la estupidez de «para gustos, colores» pero como siempre, eso sí, leyendo cuantos más libros mejor para intentar entender algo por aquello de no parecer muy burro y decir lo primero que le viene a uno la cabeza como los de la tele hace poco con las viviendas sociales etc, en fin, sensibilizarse y todo eso…

    Nos gustaba mucho lo que decía Trecet en Radio 3 de «buscad la belleza, es la única excusa que merece la pena en este asqueroso mundo» no sé si decía excusa o algo parecido pero esa es la idea…
    Claro, así entendemos que a algunos nos guste el arte povera, el arte abyecto, a otros el gore… es eso también belleza?

    Hay una frase genial de Agustín Fernández Mallo que define poesía y yo creo que también sirve para belleza, sustituyendo la una por la otra: «poesía es todo objeto, idea o cosa en la que encuentro lo que esperaría encontrar en la poesía»=»belleza es todo objeto, idea o cosa en la que encuentro lo que esperaría encontrar en la belleza». Funciona, no? Vale, usar la palabra a definir en una definición no es lo más correcto but I love it!

    Por lo demás, nos parece un debate loable pero superfluo, digno de estetas y arquitectos como nosotros, que vivimos en una realidad paralela y un tanto absurda muchas veces…

  15. CCAD – Daniel Moyano

    En anteriores comentarios ya apunté que en la terna vitrubiana la venustas está presente, pero sometida al yugo de la firmitas y la utilitas. Aunque no me gusta darle tanta importancia al romano…
    Hablar de Belleza en arquitectura es por tanto especialmente complejo, ya que no es un elemento que podamos separar para analizarlo por separado.
    Y por eso mismo es tan difícil de encontrar.
    Un artista (y a veces el arquitecto lo es) sabe que por algún extraño motivo, el producto de su imaginación y su forma de ver y entender el mundo, combinado con una destreza, una técnica, unos conocimientos…acaban produciendo una reacción en la mayoría de la gente. Eso que los flamencos llaman «duende» y que, como dice Zumthor, es tan escurridizo que no se sabe cómo definirlo. Por eso las palabras de Chillida (que me encantan, y que yo mismo había apuntado recientemente para comentalas) no dejan de ser un poco falsas, en el sentido de que no cabe rehuir de la belleza del gesto para profundizar en otras cosas. No me creo a Chillida embelesado por sus propios dibujos hasta tal punto de no saber en qué se andaba…
    Me recuerda el poema de Pessoa:
    «El poeta es un fingidor.
    Finge tan completamente
    que hasta finge que es dolor
    el dolor que en verdad siente».
    (cambien «poeta» por «artista»)

    Por último, y para no extenderme más, en alguna antigua reflexión llegué a la conclusión de que el Arte es la capacidad del hombre de sentir, de ser consciente de sus sentimientos hasta tal punto de ser capaz de que otra persona sienta eso mismo, a través de elementos extraños a la naturaleza humana (léase un cuadro, un poema, unos sonidos, una escultura, y por qué no…un edificio).
    En la belleza no importan los lenguajes. Más allá: la belleza es el lenguaje.

  16. Andrés

    Desde luego, y contestando a la duda de vuestra primera frase, la belleza parece ser más un medio que un fin. ¿Qué hay de la belleza del proceso? Ésa es, creo, la interesante, y eso intuyo que es lo que dicen Sota y Chillida en las frases que reseñáis. La estética como objetivo es, seguramente, una trampa. Un saludo desde una Barcelona (bellamente) lluviosa. AM.

  17. semisotano

    Superados ya los años en los que las hormonas mandaban más que mi cerebro y mi corazón… he comprobado que, como dice el tópico, la verdadera belleza está en el interior (con toda la profundidad del término) Cada día que pasa, estoy más convencido que este mismo principio es totalmente aplicable a la arquitectura… declaro públicamente mi hartazgo ante ante las modas, la superficialidad (re)vestida de marca, ante la arquitectura «siliconada»… belleza artificial y perecedera!

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